Cómo cambia el cuerpo al correr
Fortalece los huesos, reactiva la circulación, mejora el sistema inmunitario y el estado de ánimo, y tonifica los músculos, además de ayudar a quemar calorías. Que correr tiene efectos beneficiosos sobre el cuerpo y la mente es bien sabido: nos hace sentir bien y nos mantiene sanos, con indiscutibles beneficios sobre el metabolismo y los niveles de energía.
Sobre todo, los cambios que se producen en el cuerpo con el running son innegables: tanto si lo haces para adelgazar como para mantener un peso saludable, sin duda contribuye a remodelar tu silueta, permitiéndote conseguir importantes resultados físicos, siempre que entrenes con constancia y mantengas la frecuencia adecuada.
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Los resultados físicos del running
¿Cómo cambia el cuerpo con el running y cuánto tiempo se tarda en ver los primeros resultados? Los resultados físicos del running van mucho más allá de la simple recomposición del cuerpo: el aumento del tamaño y del número de mitocondrias, células que utilizan el oxígeno para producir energía, alimenta los músculos, ayudándoles a trabajar con mayor eficacia. Se generan así numerosas adaptaciones, que con el tiempo se traducen en verdaderos cambios estéticos.
Al correr, el cuerpo se modela, gracias a la reducción de la masa grasa y al aumento de la masa magra: se trata, de hecho, de una actividad completa, que contribuye a desintoxicar el organismo estimulando la circulación y eliminando toxinas y sustancias de desecho, con evidentes beneficios también sobre la piel.
Pero, ¿cómo cambia el cuerpo al correr? La respuesta puede variar en función del tipo de entrenamiento, los objetivos y la dieta: algunos músculos tienden a estresarse más que otros según se corra cuesta arriba o en llano, a un ritmo más o menos sostenido.
Adelgazar no es suficiente para conseguir el tan codiciado “físico del runner”: para obtener los resultados deseados, tanto si se corre para perder peso como para lograr un buen nivel de definición muscular, es imprescindible combinar el entrenamiento aeróbico con el de fuerza y una dieta equilibrada, sin descuidar una correcta hidratación.
Con un estilo de vida saludable y un patrón de alimentación correcto, es posible, con el tiempo, conseguir transformar el cuerpo. Estos son algunos de los resultados más importantes que se pueden conseguir con el running:
- Esculpir piernas y glúteos. Correr ayuda a adelgazar los músculos, mejorando la proporción entre grasa y masa magra: esto beneficia principalmente a piernas y glúteos, que aparecerán más firmes y esbeltos, ganando más fuerza.
- Fortalecer las pantorrillas. Los músculos de las pantorrillas se ven especialmente afectados por el entrenamiento cuesta arriba y la velocidad, pero también se puede conseguir una mejora del tono dedicándose exclusivamente a sesiones aeróbicas. Para obtener un buen nivel de definición, es necesario dedicar tiempo a los estiramientos dinámicos, que son la mejor manera de evitar lesiones y mantener una elasticidad adecuada.
- Definir el abdomen. Al reducir el porcentaje de masa grasa en todo el cuerpo, correr puede ayudar a secar la capa de grasa que recubre el abdomen, contribuyendo así a mejorar la postura.
- Fortalecer los brazos y la espalda. Los brazos delgados y la espalda seca son otras dos características del físico típico del runner: la reducción del porcentaje de grasa en todo el cuerpo también afecta a las extremidades superiores. Para mantener el equilibrio adecuado y obtener un buen rendimiento a lo largo del tiempo, es importante combinar la actividad aeróbica con el entrenamiento con pesas, centrándose en ejercicios específicos para fortalecer las partes más débiles.
¿Cuándo se ven los primeros resultados del running?
¿Cuándo se empiezan a ver los primeros efectos del running en el físico? Establecer el momento exacto no es fácil; los resultados pueden variar en función del metabolismo y las características físicas, así como del estado de forma inicial.
Por lo general, los resultados del running se aprecian al cabo de un mes, si se entrena de forma constante y metódica: a menudo se necesitan entre 8 y 12 semanas para notar mejoras visibles.
Si bien es cierto que los efectos sobre el bienestar mental son casi inmediatos, para mejorar en el running también desde el punto de vista físico es necesario respetar todos los ciclos de entrenamiento y las fases de descanso, a fin de desarrollar las adaptaciones necesarias y alcanzar gradualmente un buen nivel general de forma física.
Una vez acostumbrado a la rutina semanal habitual, el siguiente paso será incorporar los primeros entrenamientos de calidad para seguir progresando en términos musculares, de rendimiento y de bienestar general.
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