Cómo mejorar la calidad del sueño
El descanso es, junto con una dieta sana y la actividad física, uno de los elementos fundamentales para garantizar un estilo de vida saludable para nuestro organismo. Dormir es bueno, no sólo porque permite al organismo recuperar la energía consumida durante el día, sino también porque permite al cerebro procesar la información recibida durante la jornada y afrontar el trabajo o el estudio con la concentración y la lucidez adecuadas.
Sin embargo, no siempre es posible dormir adecuada y satisfactoriamente, y a menudo uno se siente cansado y desconcentrado ya desde las primeras horas de la mañana. Pero, ¿es posible mejorar la calidad del sueño? La respuesta es sí.
Existen técnicas y pequeños trucos que cada uno puede, según sus necesidades, poner en práctica para descansar mejor por la noche y asegurarse de estar fresco y en forma para afrontar tanto las sesiones de entrenamiento como los compromisos diarios. Lo más importante es saber escuchar el propio cuerpo y dedicarle tiempo a uno mismo.
En este sentido, los smartwatches de bienestar Garmin son dispositivos que pueden contribuir de forma importante a alcanzar el bienestar físico y mental, gracias a numerosas funciones de salud como la monitorización avanzada del sueño, la frecuencia cardiaca y el nivel de estrés.
Consejos útiles para mejorar la calidad del sueño
Para descansar bien, no basta con dormir mucho tiempo: a menudo ocurre que nos despertamos cansados, irritables y poco lúcidos, a pesar de las horas que pasamos en la cama. La razón hay que buscarla no tanto en la cantidad como en la mala calidad del sueño. Una noche agitada puede afectar a nuestra eficacia al día siguiente con problemas de diversa índole, como:
- Fatiga física
- Irritabilidad
- Falta de concentración
Pero esto es sólo la punta del iceberg, ya que la exposición prolongada a esta situación puede provocar la cronificación de ciertos problemas con importantes consecuencias, entre los que destacamos
- Ansiedad
- Altos niveles de estrés
- Cefalea tensional
- Problemas de concentración y memoria
- Debilitamiento del sistema inmunitario
- Hipertensión
Por tanto, mejorar la calidad del sueño no sólo es aconsejable, sino también necesario para llevar una vida sana. Por supuesto, no existe una receta universalmente válida: hay, sin embargo, algunos principios que pueden servir de base a quienes intentan cuidar su estilo de vida: he aquí algunos consejos.
Para cenar, lo mejor es un menú ligero.
Una nutrición adecuada siempre es importante, pero aún más en las horas previas al sueño. En la cena, por tanto, es mejor renunciar a los alimentos difíciles de digerir, demasiado ricos en azúcar, así como evitar el alcohol, las bebidas gaseosas y los estimulantes. Para mejorar la calidad del sueño, puede ser útil comer al menos tres horas antes de acostarse, privilegiando bebidas como el agua, las infusiones relajantes, los alimentos ligeros y equilibrados y, para los más atentos, los alimentos ricos en melatonina y triptófano, un aminoácido que facilita la relajación.
Reducir el uso de ordenadores, teléfonos móviles y videojuegos.
Cada vez con más frecuencia, los momentos previos a la hora de acostarse van acompañados del uso de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores. Echar un vistazo a los correos electrónicos del trabajo o sumergirse en los contenidos de una red social puede parecer una práctica ligera y relajante, pero en realidad es una acción que activa la vista y el cerebro, estimula nuestra atención y nos aleja de nuestro objetivo. Por eso, en las horas nocturnas es mejor reducir el uso de dispositivos electrónicos y dedicarse en cambio a la lectura de un libro, a prácticas meditativas o a ejercicios de respiración con atención plena que relajen los músculos y preparen la mente para un sueño saludable.
Sí a la actividad física, pero sin excederse.
La actividad física por la noche puede ser un buen aliado para alcanzar el nivel adecuado de cansancio y abandonarse en los brazos de Morfeo. Sin embargo, se debe evitar hacer ejercicio después de cenar y cerca de la hora de acostarse. La actividad física intensa estimula el sistema nervioso y eleva el ritmo cardíaco, por lo que conviene tomarse un tiempo para recuperar la relajación mental y física antes de acostarse. Después de cenar, lo mejor es dedicarse a ejercicios relajantes y calmantes que alivien las tensiones musculares acumuladas durante el día.
Sigue un ritual y cuida tu entorno para dormir.
Para mejorar la calidad del sueño, una buena práctica puede ser dedicar algo de tiempo a cosas que nos relajen y nos hagan sentir bien antes de acostarnos. Una vez terminadas las tareas domésticas y cumplidas las últimas obligaciones del día, es hora de dedicarse unos minutos a uno mismo: una ducha caliente y una tisana en el sofá de casa pueden ser el preludio de una noche tranquila. Es importante cuidar también el ambiente del dormitorio, evitando la presencia del televisor, asegurándose de que el colchón y las almohadas se adapten a nuestras necesidades y de que haya un nivel adecuado de oscuridad en la habitación.Todos los smartwatches de Garmin son aliados ideales para controlar las actividades diarias y recopilar información útil sobre cómo mejorar la calidad del sueño. Con funciones avanzadas como la estimación de los niveles de energía corporal, el análisis de la frecuencia cardiaca y el seguimiento del estrés y la respiración, los smartwatches de bienestar de Garmin permiten realizar un seguimiento de los principales parámetros de bienestar y tomar las decisiones adecuadas para lograr un equilibrio mental y físico ideal.