¿Cómo mejorar mi swing de golf?
El swing de golf es un movimiento complicado que aúna velocidad y precisión. No es una acción sencilla. ¡Te damos unos consejos para que lo mejores!
El swing de golf es un movimiento complicado que aúna velocidad y precisión. No es una acción sencilla, de hecho, es un movimiento antinatural para nuestro cuerpo ya que enlaza una combinación de diferentes movimientos donde el más mínimo error puede echar a perder nuestro golpe.
Al igual que en otros deportes donde cada jugador tiene su técnica para realizar las diversas acciones del juego, cada golfista tiene una mecánica propia para ejecutar su swing.
El swing tiene cuatro fases clave:
– Backswing: la fase inicial del golpe. Llevamos el driver hacia atrás, para coger impulso y lo situamos por detrás de nuestra cabeza.
– Downswing: es el momento justo en que el palo deja de subir y empieza a bajar, cogiendo velocidad con dirección a la bola.
– Follow through: es el instante inmediatamente posterior al golpeo de la bola en el que los brazos aún siguen en movimiento debido a la inercia del mismo. En este punto, no hay que forzar la detención brusca de los brazos sino que deben ir desacelerando progresivamente.
– Finish: la fase final del golpeo. Nuestro cuerpo no puede describir más ángulo de giro y terminamos el movimiento con el palo por encima de nuestra cabeza.
Como decíamos más arriba, el swing es un movimiento difícil, que no resulta natural para nuestra anatomía y en el que sólo daremos lo mejor de nosotros mismos con la práctica regular.
Aquí tienes tres ejercicios que te ayudarán a encontrar el swing perfecto:
a. Momento preciso de impacto
Para este ejercicio, agarra tu driver de forma invertida con el grip hacia abajo y realiza unos swings de práctica.
Cuando el grip llegue a la posición más baja del swing, debes estar atento al zumbido del aire.
El objetivo de este simple ejercicio es el de aprender a apreciar las sensaciones que nos transmite el movimiento y reconocer el momento preciso en el que el palo alcanza su máxima velocidad para trasladarlo posteriormente a tu swing y conseguir una mejor línea y una mayor distancia.
b. Ejercicio con un vaso de papel
Este ejercicio te va a venir perfecto para conseguir un mejor control de tus muñecas.
El primer paso es quitar la base de un vaso de papel, de manera que pueda pasar por la varilla del driver.
Una vez tengamos el vaso dentro del palo, practicaremos nuestro downswing de manera pausada de tal forma que el vaso se deslice hasta nuestras manos.
Si realizamos el swing de la manera correcta, el vaso deberá alcanzar la cabeza del palo justo en el momento en que éste golpea la bola. Así, garantizamos que la cabeza alcanza la máxima velocidad cuando impacta con la bola, aprovechando toda la potencia generada en el swing.
Si no hemos liberado el palo totalmente, el vaso todavía no habrá alcanzado ese punto después del impacto.
De manera contraria, si hemos soltado las muñecas demasiado pronto, el vaso ya habrá alcanzado la cabeza del driver antes del golpe.
c. Prácticas desde un lie elevado
Sujetaremos el palo de la manera habitual y practicaremos algunos golpes con un lie por encima de nuestros pies.
Golpear la bola desde una posición más elevada, nos ayudará a conseguir un impacto más centrado. Así evitaremos el temido slice, un defecto muy común entre los jugadores de golf y que puede persistir durante mucho tiempo en tu juego.
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