El fenómeno Gravel, al detalle
El ciclismo es una actividad que combina el placer del ejercicio al aire libre con numerosos beneficios para la salud, tanto física como mental. Tanto si quieres afrontar las superficies lisas de las carreteras asfaltadas, prefiriendo el ritmo y la velocidad, como si prefieres sumergirte en los accidentados caminos de tierra del bosque, la bicicleta siempre sabe ofrecer emociones y sensaciones especiales. Sin embargo, desde hace algún tiempo una nueva tendencia está ganando popularidad entre los amantes del ciclismo: se trata del ciclismo gravel o ciclismo de grava, cada vez más apreciado por su versatilidad y su capacidad de ofrecer una experiencia que permite combinar la pasión por el ciclismo clásico con la exploración de senderos poco convencionales.
Pero ¿qué es la grava? El término, que en inglés significa gravel, indica un tipo de bicicleta especialmente indicada para circular por caminos de tierra pero capaz de garantizar excelentes prestaciones incluso en superficies rápidas. Perfecta compañera de viajes y exploración, la gravel bike es hoy una opción ideal para quienes aman las excursiones sobre el sillín y quieren sentirse a gusto en rutas mixtas. Apreciada tanto por los ciclistas más entrenados como por los simples aficionados al fin de semana, esta disciplina requiere una buena preparación física, un equipamiento adecuado y, por último, ciclocomputadores y dispositivos de seguridad capaces de proporcionar datos e información útiles para disfrutar plenamente de tus salidas.
Los ciclocomputadores Garmin Edge son la opción ideal para acompañarte en tus paseos cortos o recorridos de varios días. Equipados con GPS con mapas ciclistas que resaltan carreteras, senderos y puntos de interés a lo largo de tu ruta, los ciclocomputadores Garmin simplifican la navegación y brindan información importante sobre el rendimiento, ayudándote a medir tu progreso.
Diferencia entre bicicletas gravel y carreras
Desarrollada en Estados Unidos para permitir a los ciclistas recorrer los numerosos caminos de tierra presentes en la zona, la gravel bike se inspira idealmente en los modelos utilizados en la época del ciclismo heroico, cuando no era nada difícil encontrar rutas asfaltadas conectadas por largos tramos de camino de tierra que obligaban a los ciclistas a utilizar cuadros y neumáticos especialmente robustos. Desde luego, se trataba de modelos decididamente distantes en términos de tecnología, materiales y confort respecto a los que se utilizan hoy en día. Así que veamos qué es una bicicleta de gravel y cuáles son las diferencias con una bicicleta de carreras.
Chasis. A medio camino entre una bicicleta de carretera y una bicicleta de montaña de cross-country, el cuadro de la bicicleta de gravel está fabricado en aluminio, carbono y, a veces, acero, y está diseñado para garantizar una postura más cómoda y adaptada a los terrenos más irregulares. El tubo de sillín más corto reduce la distancia entre el sillín y el eje de pedalier, aligerando la parte delantera y garantizando así una mayor estabilidad en pendientes y una posición más erguida del torso. Otra peculiaridad es una mayor distancia entre las llantas y un paso de rueda más amplio, diseñado para permitir el uso de diferentes tipos de tubulares y, por tanto, perfecto para montar equipos de cicloturismo y para los amantes de las vacaciones sobre el sillín.
Frenos. En una bicicleta gravel, un sistema de frenado adecuado debe combinar confiabilidad con una amplia adaptabilidad: la lluvia, el polvo, el barro y otros desechos son, en efecto, las condiciones típicas a las que se debe enfrentar durante la conducción y, por lo tanto, requieren tecnologías adecuadas. En este sentido, los frenos de disco parecen la solución ideal, aunque algunos cuadros están diseñados para el montaje de frenos de llanta tradicionales, una alternativa a tener en cuenta sólo si se tiene la experiencia adecuada para un perfecto ajuste de la pinza de freno.
Pedales. Las salidas por rutas mixtas requieren un pedaleo eficaz en cualquier terreno. Por este motivo, los pedales de una bicicleta gravel deben ser resistentes y cómodos, sobre todo si hay que recorrer largos tramos de camino de tierra que pueden tener hoyos, charcos y obstáculos. Hay dos opciones en el mercado para elegir: pedales planos, es decir, sin fijación al zapato, o modelos SPD, que se fijan al zapato mediante un mecanismo de bloqueo y liberación rápido. La elección debe venir determinada por el tipo de rutas y el uso: es importante, sobre todo si se quiere organizar un viaje en bicicleta, llevar zapatillas de mountain bike, perfectas para cubrir los tramos a pie cuando sea necesario.
Llantas. Este es uno de los principales aspectos que más marcan las diferencias entre las bicicletas gravel y de carreras: la elección de los neumáticos es de hecho un elemento fundamental que orienta el tipo de rutas en las que probar suerte. Los neumáticos anchos y con nudos ofrecen mayor estabilidad y agarre, pero también menos suavidad en las secciones rápidas en comparación con los tubulares lisos y afilados de los modelos de carreras. Por este motivo, es importante elegir en función de las características, intentando buscar el equilibrio entre el espesor de los tacos – que no debe ser especialmente acentuado – y el compuesto del neumático, que debe tener el equilibrio adecuado entre resistencia y suavidad.
Manillar. Entre las características de la bicicleta gravel se encuentra el uso del manillar abatible, propio de los modelos de carretera aunque con curvaturas menos extremas. Este diseño es particularmente eficaz y funcional: de hecho, ofrece la posibilidad de variar el agarre en función del tipo de superficie y se adapta mejor a rutas rápidas que los manillares planos de las MTB. Además, en estos modelos también es posible instalar un ciclocomputador, una luz delantera y un radar trasero, dispositivos imprescindibles para que las salidas sean agradables y seguras.
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