Entrevista a Edi Díaz, fatbaker de la Garmin Titan Desert
“En ciclismo, la potencia sin control no sirve de nada. Los watios te ayudan a saber cuándo sacar el máximo provecho a cada pedalada”
Los dispositivos inteligentes para ciclismo suponen una gran ayuda en los entrenos. Así lo corrobora Edi Díaz, bombero de profesión y deportista en sus ratos libres, en los que la bicicleta y pruebas de categoría se han convertido en su gran pasión.
Garmin entrevista a Edi Díaz, un atleta que ha sabido sacar el máximo provecho a sus entrenamientos con los dispositivos Garmin destinados a ciclismo.
Bombero de profesión en el parque valenciano de Chiva e instructor de Primeros Auxilios para el Instituto Valenciano de Seguridad Pública, Edi es una persona activa que, aparte de tener que estar en forma por su trabajo, necesita de sus retos deportivos para sentirse vivo. Un hombre que suma reto tras reto, con la intención de disfrutar de las experiencias más extremas como la Garmin Titan Desert, la Quebrantahuesos o el Everesting.
Garmin: ¿Cómo comenzaste en el mundo de la bici y desde cuándo practicas este deporte?
Edi Díaz: Comencé por diversión en montain bike (MTB) con un nivel muy básico. Combinaba los entrenamientos de bici con la carrera a pie y después de hacer 11 maratones decidí pasar al mundo del triatlón. Gracias a esta actividad llegaron los retos más extremos: “Ironman de Lanzarote”, “IM Challenge Roth” y “IM I Can Gandía”. Cuando participé en ellos, lo que más me gustaba era mejorar los segmentos en bici y, así, sin darme cuenta, pasó a ser mi mejor especialidad y mayor pasión. Si bien es cierto que el mundo del Triatlón es apasionante, mi corazón me pedía aventura en mayúsculas. Por eso, en 2017, salté al gran desafío que supone la Garmin Titan Desert. Realmente fue un cambio radical, ya que sustituí la cabra de contrarreloj y el concepto aero por una fatbike de ruedas gigantes con apenas 0,5 de presión. Navegación, calor extremo y la sensación de comenzar una nueva etapa: Sahara.
¿Cuál es tu rutina de entreno y cómo te preparas para las pruebas o los retos en los que participas?
Mi trabajo a turnos de 24 horas me permite tener flexibilidad horaria, así que suelo salir a entrenar entre semana con mis compañeros Firebikers y los fines de semana con mi Peña PCT Picaña. Salir a disfrutar con mis compañeros de los paisajes, la conversación y las paradas para tomar un café no tiene precio. Siempre rodamos a buenos ritmos para preparar tanto la pretemporada como la calidad del entreno. Así, los entrenamientos con medias sensatas pero exigentes te van poniendo en forma sin que te des cuenta. La receta para tener “gas” es muy Para el 2020, mi objetivo principal es Garmin Titan Desert. La planificación comienza en septiembre con el circuito de ciclocross que permite potenciar la fuerza y la resistencia. Después, en enero y febrero me centro en ganar fondo de base, quedando el trabajo de calidad para marzo y abril, con el fin de llegar lo más preparado posible a la primera semana de mayo. El objetivo: trabajar duro para estar a tope y volver a disputar en las categorías Adventure y Fatbike.
¿Cuál consideras que es la prueba más dura a la que te has enfrentado hasta la fecha?
Sin lugar a dudas, la Non Stop Madrid Lisboa 2017. Fue una carrera MTB de 10 etapas NonStop con 792 Km y 12000 metros de desnivel positivo. La navegación, los tiempos de corte tan ajustados y la falta de sueño (ya que no tienes margen de descanso) hacen que sea una prueba que tenga casi un 90% de abandonos en la categoría Solo. Me costó 55 horas llegar a Lisboa con tan sólo una hora para dormir entre las dos noches y los dos días que duró la prueba.
Como uno de los grandes protagonistas de la Garmin Titan Desert de este año, ¿qué consejos ofrecerías y qué recomendarías a quienes se animen a participar?
Garmin Titan Desert es, ante todo, una gran aventura. Una experiencia vital que ilusiona y se disfruta desde el mismo momento en el que te inscribes. Es la cita más importante para los amantes de los retos extremos en el mundo del ciclismo. El desierto del Sáhara es un escenario único de una belleza incomparable. Animo a participar en ella a todos los ciclistas que quieran descubrir una parte diferente de la competición que va más allá del rendimiento. En ella manda la navegación, la habilidad con la bici, la fuerza mental y la capacidad de regular y dosificar las fuerzas. Además, cada edición es diferente: atlas, dunas… Siempre aprendes cosas nuevas y sumas experiencia, que es un plus añadido y muchas veces determinante en este tipo de carreras.
La Garmin Titan Desert es como un campamento de verano. Convives con 600 ciclistas haciendo lo que más te gusta durante una semana muy intensa. Compartes desierto, pedales, haimas, comedores… y eso une mucho. Tengo grandes amistades que se han forjado allí. La clave está en que las alegrías unen, pero las situaciones complicadas más aún y en la Titan, además, se potencia el compañerismo al máximo.
¿Qué beneficios te ofrece el uso de la tecnología en tus entrenos?
Mayor control, libertad y seguridad en los entrenamientos. Gracias a ella, podemos planificar y entrenar mejor, movernos por sitios nuevos navegando con tranquilidad, estar conectados en la ruta con nuestro entorno en tiempo real y compartir todo ello en plataformas virtuales para motivarnos, además de enriquecer nuestra vida social.
Concretamente, Garmin es la mejor opción porque gracias a ella podemos contar con una tecnología que se adapta a nuestras necesidades. De hecho, es la compañía que más ha invertido en I+D en nuestro mundo y es de agradecer su implicación con el mundo del deporte.
¿Qué te ha aportado el uso de un potenciómetro de cara a dos desafíos como Everesting Challenge o la Quebrantahuesos?
He aquí el gran descubrimiento de la temporada: el sensor Vector y sus ¡watios! Nos ayuda mucho a gestionar el esfuerzo a aquellos que no somos profesionales. En general, lo que solemos hacer es apretar mucho en las subidas y aflojar en el llano y las bajadas. Esto se traduce en muchos quilómetros “basura”. Así, con el sensor de watios somos conscientes de esta realidad y podemos regular mejor nuestro desgaste, tanto en las subidas, que es cuando realmente toca aflojar, como llaneando, que es cuando hay que apretar. Todo ello para llevar un ritmo más regular, cómodo y, por consiguiente, una media mucho más alta. De hecho, sin el sensor todos pecamos de apretar más al comienzo de los puertos, lo que hace que las piernas se bloqueen muscularmente muy pronto y dejen de rendir bien.
Además, los watios, al ser una medida exacta, nos permiten saber cuál es la fuerza que somos capaces de aplicar en las bielas sin importar el viento, el desnivel o la bici que llevemos. De esta forma, da igual si llevamos una bici de 12.000 euros que otra de 1.200 o que sea de carretera, ciclocross o una fatbike, ya que nuestro entrenamiento en cuestión de medida de potencia va a ser el mismo.
Como anécdota, en el Everesting tuve un problema mecánico cuando llevaba 5000 metros de desnivel positivo con una fatbike ligera de fibra de carbono y tuve que cambiar a otra del mismo tipo, pero 5 kilos más pesada. Pues el resultado fue el mismo porque, gracias a cambiar los pedales Garmin Vector de una a otra en tan sólo 30 segundos, pude seguir empleando la misma fuerza que tenía programada. Es cierto que tardé un poquito más en cada puerto, pero mi esfuerzo y desgaste fue exactamente el mismo. La gran ventaja de Garmin Vector es que puedes tener un sensor de watios en todas tus bicis porque tan sólo tienes que intercambiar los pedales.
De esta manera, en la Qebrantahueos pude planificar unos watios asequibles para tener un buen ritmo y mantener toda la marcha y, de esta forma, acabar con una buena media. Y todo ello por contar con el sensor Vector de Garmin.
Por todo esto, me declaro un auténtico fan del entrenamiento mediante watios, ya que permite llevar a cabo una mejor planificación, un control real del desgaste, una mayor motivación y, en definitiva, una mejora del entrenamiento.
¿Alguna recomendación específica relacionada con los productos de Garmin que empleas o algo que destacarías especialmente tras haberlos empleado en estas pruebas?
Quiero destacar cómo facilita el entreno el Edge 1030 de Garmin y la conectividad en vivo con aplicaciones del tipo Strava o TrainingPeaks. Me encanta ver los segmentos en tiempo real mientras ruedo con la bici. Me motiva y ayuda a mejorar mis marcas personales o en relación con mis amigos. También, puedo subir los entrenos del día que me pasa el entrenador y el dispositivo me va guiando en ruta sobre los ritmos y watios que debo llevar para cumplir con el entrenamiento.
¿Cuál es tu próximo reto?
En agosto participaré en la Bike Race de la sierra de Albarracín y en la Madrid Lisboa de 2019 que tendrá lugar en septiembre. A partir de ahí toca circuito de Ciclocross y la planificación para llegar en plena forma a la Garmin Titan Desert de 2020 con el fin de pelear por revalidar el título.