¿Por qué es posible que Body Battery™ no cargue correctamente cuando estás poniéndote enfermo?
Es posible que hayas leído o escuchado historias en las que se afirma que los relojes Garmin y otros wearables similares son capaces de predecir una enfermedad. ¿Es posible que tu monitor de entrenamiento sea capaz de predecir cuándo te estás poniendo enfermo? ¿O puede que los amantes de los wearables estén leyendo demasiado entre líneas?
Empecemos con una advertencia importante: los relojes Garmin no son dispositivos médicos aprobados y, por lo tanto, no están diseñados para diagnosticar o tratar ninguna enfermedad o afección. Te recomendamos que siempre consultes con un profesional si estás preocupado por tu salud.
Tu cuerpo dispone de una cierta cantidad de recursos con los que realizar tareas, como hacer ejercicio, planear un proyecto o preparar la cena. Estos recursos son como la energía de una batería recargable, una batería exclusiva para ti. El estrés, ya sea físico o mental, agota dicha batería, mientras que los ejercicios de recuperación, como, por ejemplo, dormir, la recargan.
Body Battery™ de Garmin utiliza los análisis de Firstbeat para medir el estrés y la recuperación y mantenerte informado sobre el nivel de tu batería personal. ¿Pero cómo funciona esto en la práctica? El complejo sistema nervioso de nuestro cuerpo cuenta con una parte denominada el sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA, como su propio nombre indica, consigue que ciertos procesos o funciones corporales se realicen de forma autónoma, incluida la digestión, la frecuencia cardiaca y la respiración normal. [1]
En el SNA, el estrés y su recuperación se controlan a través de dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático. El sistema nervioso simpático aloja nuestra respuesta instintiva de lucha o huida ante el estrés. Esta es la manera en la que nuestro cuerpo se prepara para ponerse en marcha. Por su parte, el sistema nervioso parasimpático es el encargado de llevar a cabo las funciones de recuperación y de digestión. [1]
Escucha a tu corazón
Las pulsaciones de tu corazón están reguladas de cerca por el SNA, lo que determina tanto la frecuencia cardiaca como la variabilidad de esta (VFC). La VFC es la variación de los intervalos de tiempo entre una pulsación y otra. Esta diferencia se mide en milisegundos, por lo que normalmente no notamos los cambios en la VFC, al contrario que con los de la frecuencia cardiaca (pulsaciones por minuto).
Esto significa que, mediante el análisis de las pulsaciones en diferentes momentos, podemos detectar las transiciones entre los estados de recuperación y digestión, y los de respuesta de lucha o huida. Al encontrarte ante una situación de estrés, tu frecuencia cardiaca aumenta y la VFC disminuye. Es posible que notes los cambios en la frecuencia cardiaca, aunque es la variabilidad la que más información nos revela sobre nuestro estado actual.
El estrés, como el generado al hacer ejercicio, eleva la frecuencia cardiaca y disminuye la VFC. Cuando estás relajado y descansando, la frecuencia cardiaca desciende mientras que la VFC se eleva. Piensa en estas métricas de este modo: tu corazón es un motor muy exacto, que solo se revoluciona lo necesario, y ese ajuste es tan preciso que puede cambiar las revoluciones de un segundo a otro.
Veamos ahora qué parte de nuestro cuerpo tiene el control en cada momento. Si la VFC es baja, significa que estás ante una situación de estrés y, por tanto, en ese momento, quien tiene el control es el sistema nervioso simpático. Una VFC alta indica que estás descansando y que, por tanto, tu sistema nervioso parasimpático es el que está al mando. [2]
Si las métricas se mantienen equilibradas, Body Battery mostrará un ciclo regular de descarga y carga a lo largo del tiempo. Ese ciclo puede interrumpirse, provocando que, por ejemplo, la descarga sea más rápida durante el día o que la recarga sea más lenta por la noche. Una de esas interrupciones podría indicar una enfermedad.
Figura 1: Body Battery con problemas para recargarse
Qué sucede cuando estás enfermo
Una enfermedad desencadena una respuesta inmunitaria, impulsada en gran medida por hormonas. Estas hormonas le indican al cuerpo que, por ejemplo, empiece a producir más glóbulos blancos y que active el SNA para aumentar las actividades del sistema nervioso simpático. Esto es lo que aumenta la frecuencia cardiaca o la sudoración, entre otras respuestas, mientras tu cuerpo trabaja para luchar contra la enfermedad. Desde un punto de vista fisiológico, cuando el cuerpo siente estrés, el sistema nervioso simpático toma el control. La VFC suele comenzar a disminuir lentamente, aunque existen variaciones. Si se trata de una enfermedad más grave, es posible que se produzca un mayor impacto en menos tiempo. [3]
De primeras, es difícil determinar si una carga baja es sintomática de una enfermedad o si se debe a otro motivo. Si también te duele un poco la cabeza, la garganta o tienes mucosidad, entre otros síntomas, es probable que estés poniéndote enfermo. Es posible que, en esa situación, observes una frecuencia cardiaca y una carga de entreno más elevadas de lo habitual durante tus sesiones de entrenamiento normales.
La fiebre es uno de los factores estresantes más importantes en tu cuerpo. Un aumento de 1 °C en tu temperatura puede elevar tu frecuencia cardiaca media más de 8 pulsaciones por minuto. [4] Es posible que los desequilibrios fisiológicos también se muestren como niveles de estrés más elevados. Por ejemplo, una diabetes desequilibrada, el hipertiroidismo y el hipotiroidismo pueden reflejarse en los niveles de tus gráficos de estrés [1] y reducir los valores de Body Battery.
Mantente sano
La respuesta de tu cuerpo ante el estrés consiste en prepararlo para cualquier desafío. Te da la energía que necesitas para trabajar y centrar tu mente. De la misma manera, tensa los músculos y el sistema cardiovascular para mejorar tu forma física, lo que te hace estar mejor preparado para el siguiente desafío físico.
Enfrentarse a los desafíos nos da fuerza para adaptarnos y nos fortalece. No obstante, el estrés deja de ser saludable si continúa durante un periodo prolongado o si los niveles son muy elevados. [5] Unos niveles excesivos y prolongados de estrés disminuyen nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos y debilitan nuestro sistema inmunológico. [6]
Tener un programa de ejercicio equilibrado, una buena alimentación y un sueño adecuado, además de realizar descansos en el trabajo, sociabilizar, etc. son las claves para mantener una buena salud. Body Battery te ayuda a tener conciencia sobre tu estado general para tomar decisiones mejor fundamentadas con las que mantenerte sano y feliz.
Asesora experta:
Johanna Toivonen, fisióloga en Firstbeat Technologies. Con un Máster en Biomecánica y
Fisiología por la Universidad de Jyväskyylä (Finlandia)..
Referencias
[1] | B. Derrickson, Human Physiology, Hoboken, NJ: John Wiley & Sons, Inc., 2017. |
[2] | Firstbeat Technologies, Oy, “Stress and Recovery Analysis Method Based on 24-hour Heart Rate Variablity,” White Paper, Jyväskylä, Finland, 2014. |
[3] | L. Borovikova, S. Ivanova, M. Zhang and e. al., “Vagus nerve stimulation attenuates the systemic inflammatory response to endotoxin,” Nature, vol. 405, p. 458–462, 2000. |
[4] | J. . Karjalainen and M. . Viitasalo, “Fever and Cardiac Rhythm,” JAMA Internal Medicine, vol. 146, no. 6, pp. 1169-1171, 1986. |
[5] | M. Agnese, “The effects of chronic stress on health: new insights into the molecular mechanisms of brain–body communication,” Future Science OA, vol. 1, no. 3, 2015. |
[6] | J. Morey, I. A. Boggero, A. B. Scott and S. Segerstrom, “Current Directions in Stress and Human Immune Function,” Curr Opin Psychol, no. 5, pp. 13-17, 2015. |